¡TODOS AQUELLOS QUE ESTÉN EN PECADO MORTAL CUANDO LLEGUE
EL AVISO, VAN A SENTIR EN SU ALMA EL FUEGO DEL INFIERNO Y EL DOLOR DE LAS ALMAS
CONDENADAS!
LLAMADO URGENTE DEL
CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA A LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos
de mi corazón, que la paz de Dios esté con todos vosotros.
Está
cerca el día en que rendiréis cuentas a mi Padre, por todos vuestros actos y
obras en este mundo. Hijitos, consagrados a mi Corazón Inmaculado para que
vuestro paso por la eternidad os sea más llevadero. Todos mis consagrados y
devotos contarán con la intercesión y asistencia de esta Madre cuando lleguen a
la presencia del Altísimo.
En
el tiempo de la gran tribulación cubriré con mi manto
a
mis hijos consagrados a mi Corazón Inmaculado; la consagración será vuestro
escudo; ninguno de mis consagrados dejaré perder, ninguna fuerza del mal podrá
hacerles daño. Estas son mis promesas de protección y asistencia en este mundo
y en la eternidad, para todos mis hijitos consagrados a mi Corazón Inmaculado.
Hijitos,
los que aún no os habéis consagrado a mi Corazón, hacedlo lo más pronto
posible, porque el tiempo del gran aviso está muy cerca. No dilatéis más
vuestra consagración, no olvidéis hacerla extensiva a vuestros familiares para
que también a ellos alcance mi protección.
Los
que ya estáis consagrados, os pido que la renovéis para que reforcéis vuestra
protección y vuestros votos. Hijitos, muchas almas no van a resistir el paso
por la eternidad, orad por ellas para que alcancen a arrepentirse en este mundo
y puedan hallar misericordia cuando sean llamadas a la presencia de Dios. Para otras
almas el paso por la eternidad va a ser muy doloroso, porque no hicieron buenas
confesiones de vida; para la inmensa mayoría de la humanidad apartada de Dios
el paso por la eternidad será su peor pesadilla.
Todos
aquellos que estén en pecado mortal cuando llegue
el
aviso, van a sentir en su alma el fuego del infierno y el dolor de las almas
condenadas. Conocerán el infierno e irán a parar al lugar de tormento que les correspondería
si en ese instante murieran. Sabrán del dolor que produce en las almas la
ausencia de Dios y serán atormentadas por los demonios causantes de su
desgracia.
¡Pobres
almas, no saben lo que les espera en la eternidad; continúan en su loca carrera
de desenfreno y pecado en este mundo y va a llegar el llamado de Dios y se van
a perder eternamente.
¡Recapacitad
hijos indóciles, volved a Dios lo más pronto posible, ahora que todavía tenéis
vida!. Acercaos a uno de mis hijos predilectos y confesad todos vuestros pecados;
arrepentíos de corazón para que podáis alcanzar misericordia y no tengáis que lamentaros
cuando llegue la hora de vuestro juicio. ¡Apresuraos a poner vuestras cuentas
en orden, porque está cerca el juicio a las naciones!. No dilatéis más vuestra
salvación, acordaos que muchos no regresarán a este mundo y entre ellos podéis
estar vosotros.
Haced
buenas confesiones de vida de nuevo os lo digo, para que podáis ser
justificados por la justicia divina y podáis al regresar hacer parte del pueblo
escogido por Dios.
Hijitos,
venid a visitarme a mis santuarios para que recibáis abundantes gracias que os
servirán mañana en vuestro paso por la eternidad. Por cada visita que hagáis a
mis santuarios, recibiréis indulgencias plenarias que os servirán para vuestra
salvación.
Vuestra
Madre se alegrará al veros y os lo agradecerá y os tendrá en cuenta cuando os
presentéis ante el Tribunal Supremo. Os espero en mis santuarios, mi Corazón
salta de alegría con vuestra compañía. Os ama, el Corazón Inmaculado de vuestra
Madre María.
Dad
a conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.
…
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