¡PUEBLO MÍO, ESCUCHAD: TRIBULACIÓN COMO NUNCA ANTES SE
HA VISTO EN LA TIERRA SE APROXIMA!
Enero 09 de 2016 - 8:30 a.m
LLAMADO DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
Mi paz sea con vosotros Pueblo mío, Heredad mía.
Los días de este año serán más cortos, la maldad de
esta humanidad ha hecho que todo cuanto está escrito se acelere. De no
acortarse los días ni los justos se salvarían; no quedarían sobrevivientes que
habitaran los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra. El acortamiento de los día es
otra señal que el cielo os da para que estéis preparados.
La maldad y el pecado de esta humanidad está rompiendo
la armonía de todo lo creado. Todo en el universo se desincroniza por el pecado
y la maldad de los hombres; acordaos lo que ya os dije: Sois seres espirituales
en un universo espiritual; el pecado de un solo hombre afecta a muchos y el
pecado de muchos afecta el universo entero.
Se acercan los días de la gran hambruna, id
acostumbrándoos a vivir con lo necesario; no derrochéis vuestra comida, porque
vienen día de escasez; días donde tener un pedazo de pan, será tener un tesoro.
De nada servirá vuestras riquezas materiales, ya que no habrá qué comer. Serán
días de lamentaciones y de gran sequía, la tierra se rebelará contra el hombre
y solo malos frutos dará. El grito y la desesperación se apoderará de muchos y
será tan grande la hambruna que muchas mujeres cocinarán a sus hijos y ellos le
servirán de comida (Lamentaciones 4,10).
Pueblo mío, escuchad: Tribulación como nunca antes se
ha visto en la tierra se aproxima. La guerra será el comienzo de todo; la
contaminación nuclear se expandirá por los aires y el sol perderá su brillo; en
muchos lugares habrá tinieblas y el clima cambiará totalmente. La tierra
contaminada no volverá a reverdecer, ni a dar frutos; la contaminación nuclear
hará de muchos lugares un desierto.
En muy pocas naciones habrá agua, solo aquellas que me
han sido fieles, podrán tener el preciado líquido. El agua será más escasa que
el oro de ofir; ¡pobres de aquellas naciones que me han dado la espalda, porque
de la misma forma serán tratadas mañana! ¡Recapacitad naciones impías, porque
se acercan los días de mi justicia!. ¡Volved a Mí, antes de que llegue mi
justicia, para que no tengáis mañana de qué lamentaros!.
El jinete de la hambruna ha comenzado a derramar su
copa sobre los habitantes de la tierra. ¡Corred a poner vuestras cuentas en
orden Pueblo mío, porque está cerca la noche de mi justicia!. Mi aviso es la
última puerta abierta de mi misericordia. Estad preparados porque ese día está
cerca, que no os coja la noche para cuadrar vuestras cuentas, porque bien
sabéis que la noche es tiempo de justicia y ya no habrá quien os escuche.
Acordaos que vengo a pediros un balance de vuestra vida y obras y muchos por no
querer escucharme se van a perder y no despertarán más a este mundo.
¡Apresuraos pues, porque el día grande y terrible del Señor está cerca!.
Vuestro Padre, Yhavé, Señor de las Naciones.
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