martes, 29 de marzo de 2016

JESÚS: Os estoy esperando hijos de doble ánimo; no tardéis, porque el tiempo ya no es tiempo y muy pronto llegará mi justicia y ésta no conoce de misericordia.

¡HIJOS DE DOBLE ÁNIMO, NO ME AZOTÉIS MÁS CON EL LÁTIGO DE VUESTRA TIBIEZA ESPIRITUAL!
MARZO 27 DE 2016 – 12:10 P.M.

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LOS TIBIOS DE CORAZÓN



Mi paz sea con vosotros, hijos míos.

La vida en este mundo es muy corta y pasa como un sueño, más en la eternidad viviréis para siempre; porque la verdadera vida se halla en el Reino de mi Padre. Siento tristeza al ver que muchos no quieren cambiar; llenan mis Casas sólo por estos días, se dan golpes de pecho y quienes los ven, dicen que son hombres piadosos; pero no es así. Ellos son los tibios de corazón que por estos días hacen mil promesas, pero se resisten a cambiar. Pasa mi Semana Mayor y vuelven nuevamente a su camino de pecado y apego a las cosas de este mundo.

¡Oh, qué tristeza me producen estas almas! ¡Os digo hijos de doble ánimo; apresuraos y cambiad de una vez, porque se os está agotando el tiempo y vuestra tibieza espiritual de seguro os conducirá a la muerte eterna! ¡O sois fríos, o sois calientes; definíos de una vez! ¡Despertad de vuestro letargo espiritual y retomad cuanto antes la senda que conduce a la salvación! Hijos de doble ánimo, no me azotéis más con el látigo de vuestra tibieza espiritual. Estáis conmigo o estáis contra Mí. ¿A quién servís; a Dios, al mundo y sus placeres, o al demonio? El seol está lleno de millones de vosotros que los sorprendió la muerte sin definirse.

Me duele y entristece ver tanta tibieza espiritual en muchos que dicen ser mis familiares. ¡Pobres almas, si no cambian se van a perder! Tibios de corazón escuchad: para llegar al cielo, debéis de caminar por el calvario, llevando vuestras cruces. Sin sufrimiento no hay purificación; recoged vuestras cruces y caminad conmigo, llevando cada uno su pasión; solo así, podéis alcanzar el gozo de la vida eterna.

Os estoy esperando hijos de doble ánimo; no tardéis, porque el tiempo ya no es tiempo y muy pronto llegará mi justicia y ésta no conoce de misericordia.
¡Arrepentíos y convertíos y cargad con vuestras cruces a imitación mía, caminando por el camino estrecho que conduce a la salvación!.

¿Qué estás esperando para volver a Mí? No quiero vuestra muerte, sino que viváis eternamente en la gloria de mi Padre. De nuevo os digo; apresuraos, porque la barca de mi misericordia está próxima a partir. Entrad por la puerta de mi misericordia y haced un buen examen de conciencia; confesadlo todo a uno de mis sacerdotes, para que podáis recibir mi perdón. Os espero no tardéis, el tiempo se agota; no dejéis para último momento vuestra salvación, porque se os puede perder el alma. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.


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